No voy solo al cine porque temo que me guste tanto ir solo que no pueda volver a ir acompañado.
Intento no cerrar los ojos cuando camino por la calle.
La experiencia de no utilizar la vista y permitir el avance del resto de los sentidos a los olores, las temperaturas y texturas podría enviciarme.
No dejo de bailar en fiestas.
Salto y transpiro como cuando era adolescente por el simple hecho de que no quiero olvidarme que durante un tiempo, hasta no hace mucho, podía ir a dos fiestas seguidas sin siquiera dormir una siesta.
Le soy fiel a mis músicos favoritos porque a algo hay que serle fiel y son pocas cosas las que se prestan para serlo.
Sigo detestando mi trabajo pero por ahora sirve. Me gusta verme como un mercenario al que no le importa lo que tiene que hacer para ganarse su dinero. A mi no me importa hacer números y cuentas durante todo el día si después, la moneda va a relucir dentro de mi bolsillo.
Fui new romantic, fui dark, fui punk, fui grunge.
Ahora soy una mezcla de todo eso y mantengo mi postura Joy Division de la vida.
Tengo una familia, tuve algunas novias.
No soy una gaviota, ni un pavo, ni un picaflor.
Soy un tipo que se da cuenta que cada día que pasa está un poco más viejo.
Soy el amigo de Muv.