miércoles, diciembre 27, 2006

Cartera










Hace días que no me atendés el teléfono, le reprochó una que era amiga de Muv hasta una semana atrás. No sé qué te pasa, si estás enojada, ni si hice algo que te haya caído mal, prosiguió después de haber entrado al departamento, arrojando la cartera sobre la mesa, con cara de disgusto y exagerando el tono.
-¿Por qué creés que podría estar enojada? - dijo Muv - ¿Acaso tengo algún motivo? Quizás no me pase nada más que no tener nada que decirte. Digo, es algo que podría pasar.
-Pero conmigo no te pasó nunca hasta ahora - retrucó la otra, bajando el tono y poniendo la mano en la cintura, esperando una explicación que no recibía.
Muv la miró detenidamente, caminando alrededor de ella.
-Ah, mirá! Tenes puestos unos aros iguales a los míos. Estas usando el mismo perfume que yo. Te encaprichaste con mi peluquero. Tambien con mi ginecologo. Tu cartera es igual a la mía pero de otro color. Tu remera es exactamente igual a la que me puse el sábado.
-¿Sí? - dijo la otra - Ni me di cuenta. Agarré lo primero que encontré. Pero hablemos del sábado porque creo que fue ahí donde te pasó algo conmigo.
- Con vos. A mí me pasó algo con vos. A mí.
-Sí, quedaste celosa. Muy celosa porque al final, ese chico, el que estaba hablando con vos y que después cuando llegué donde estabas, terminó hablandome a mí, te puso de mal humor. Ay, Muv, todos sabemos lo frágil que es tu autoestima cuándo se trata de un hombre pero no seas tonta, ese chico no valía la pena.
-Ajá - dijo Muv mientras estiraba el brazo para alcanzarle la cartera a la otra y caminaba hacia la puerta - Me dí cuenta. Nadie que acepte una mala copia de mí, merece la pena.