Pero qué pasa -dice la Oma arrodillada cerca del cantero con el batón verde que la hace verse como un repollito de bruselas- Nena, ¿cuándo, cuándo vas a encontrar un novio?
Muv se arrodilla a su lado, le corre de la cara un mechón de pelo blanco que no alcanza a quedarse quieto detrás de la oreja y se sorprende de si misma, se sorprende de esa actitud cariñosa.
Piensa: antes, cuando tenía que agarrarme de la mano de papá para subirme al cantero, la Oma era muy alta. ¿En que momento, Oma, te hiciste tan chiquita?
No se lo dice, sólo lo piensa y sonríe como no le sonríe nunca a nadie, como no quiere sonreirle a otra persona.
Basta, regalona -la reta la Oma y a Muv le causa risa esa palabra- contestame de una vez, ¿crees que antes de que me muera vas a encontrar un novio? No voy a poder ser bisabuela por tu culpa, culo inquieto.
Después de decir culo, la Oma hace media sonrisa, se ríe para el costado, como queriendo esconderse de Muv. Y vuelve arremeter con lo del novio.
Ufa, Oma, qué querés. A mis novios mejor perderlos que encontrarlos. Pero el bisnieto, te lo puedo traer en cualquier momento. Modernizate - le contesta Muv, sosteniendo desde el piso el brazo tembloroso de la abuela que se levanta- Vos leíste la nota en la revista. No hace falta que yo encuentre un novio para que vos veas a tus bisnietos.
Nunca hizo falta, ¿me oís? Nunca -le responde limpiándose la tierra de las manos en la falda del batón, dispuesta a darle un nudillazo débil en el flequillo-. Pero si le decís a tu padre que te lo dije, te mato. Pobre hijo mío. Se escandaliza por cualquier cosa. Todavía cree que lo trajo la cigüeña.
Muv se tapa los oídos mientras la Oma sigue hablando. Cuando se calla, Muv se para y la mira desde arriba.
Decime una cosa, vos -con tonito amenazador- ¿alguna vez te vas a portar como una abuela normal?
¿Normal? ¿Estás loca?-responde la Oma mientras camina hacia la cocina.
Muv se arrodilla a su lado, le corre de la cara un mechón de pelo blanco que no alcanza a quedarse quieto detrás de la oreja y se sorprende de si misma, se sorprende de esa actitud cariñosa.
Piensa: antes, cuando tenía que agarrarme de la mano de papá para subirme al cantero, la Oma era muy alta. ¿En que momento, Oma, te hiciste tan chiquita?
No se lo dice, sólo lo piensa y sonríe como no le sonríe nunca a nadie, como no quiere sonreirle a otra persona.
Basta, regalona -la reta la Oma y a Muv le causa risa esa palabra- contestame de una vez, ¿crees que antes de que me muera vas a encontrar un novio? No voy a poder ser bisabuela por tu culpa, culo inquieto.
Después de decir culo, la Oma hace media sonrisa, se ríe para el costado, como queriendo esconderse de Muv. Y vuelve arremeter con lo del novio.
Ufa, Oma, qué querés. A mis novios mejor perderlos que encontrarlos. Pero el bisnieto, te lo puedo traer en cualquier momento. Modernizate - le contesta Muv, sosteniendo desde el piso el brazo tembloroso de la abuela que se levanta- Vos leíste la nota en la revista. No hace falta que yo encuentre un novio para que vos veas a tus bisnietos.
Nunca hizo falta, ¿me oís? Nunca -le responde limpiándose la tierra de las manos en la falda del batón, dispuesta a darle un nudillazo débil en el flequillo-. Pero si le decís a tu padre que te lo dije, te mato. Pobre hijo mío. Se escandaliza por cualquier cosa. Todavía cree que lo trajo la cigüeña.
Muv se tapa los oídos mientras la Oma sigue hablando. Cuando se calla, Muv se para y la mira desde arriba.
Decime una cosa, vos -con tonito amenazador- ¿alguna vez te vas a portar como una abuela normal?
¿Normal? ¿Estás loca?-responde la Oma mientras camina hacia la cocina.