martes, diciembre 11, 2007

Oficio

Volver a casa no fue terrible. Volver a casa fue como volver al nido, un nido que como después de cada tiempo de vacaciones parece ajeno hasta que uno vuelve a acostumbrarse. En esto pensaba Muv, mientras sacaba la ropa del bolso y la ponía en el cesto de lavar la ropa y no escuchaba la voz en el contestador que le pedía que llamara a la editorial.
Cuando Salvador salió del baño y vió la luz titilar en la base del teléfono, escuchó la propuesta: viajar a una ciudad del sur, por unos días y volver con una crónica de viaje. Gastos pagos. Y "sólo tenés que decir que sí. Viajás el martes"
Salvador suspiró y tuvo un momento de duda. Qué tal si no le decía nada a Muv y borraba el mensaje? Eso lo convertiría en el Salvador anterior, un Salvador miedoso y aunque el asunto del tipo de la editorial todavía le crispaba los nervios; la verdad es que si había algún trabajo apropiado para Muv era ese: viajar; volver oficio la capacidad natural de Muv por escapar. Pero, y él? Él debería acostumbrarse a que fuera el día que fuera, si los viajes se repetían, Muv saliera bolso en mano, mientas seguía con su trabajo de oficinista que cada día lo tenía más agotado. Y sin querer o porque el inconsciente es más fuerte y, a veces, más sano, gritó: Nena, tenés un mensaje. Vení a escuchar.
Muv escuchó y mientras escuchaba, se le dibujaba una sonrisa en la cara.
Buenísimo, no?
Sí, dijo Salvador.
Bueno, mañana llamo y arreglo.
Salvador la vio tan entusiasmada que no quiso decir ni siquiera una palabra. Fue ella la que lo dijo.
Arreglo para ir más cerca del fin de semana, si siempre me van a tocar los viajes, así, cuando llegue el viernes a la tarde, te sacás el traje, te colgás la mochila y te venís conmigo.
Salvador la miró.
Qué mirás, nene. No habrás pensado que yo me iba a ir sola, no? Además, no tenés excusas: es solo un pasaje y una estadía. Vamos a estar bien.
Y fue la primera vez que al mismo tiempo, Salvador y Muv coincidieron: van a estar bien. Ya lo estaban.
Che, y los análisis?
Mañana, Salva, mañana, dijo Muv que no se borraba la sonrisa de la cara.