Esta mañana mintieron a duo. Desde la ventana se veían a unos chicos sin remera y a una mujer, canosa, de pelo corto, apantallandose con el folleto de ofertas del supermercado de enfrente. Anoche tuvieron la idea, mientras esperaban al delivery con la pizza.
Mañana no vamos a trabajar, dijo Salvador, llamamos y decimos que tenemos fiebre o baja presión.
Claro, y con el visitador que hacemos, intentó preguntar Muv.
Fácil: si decimos fiebre, recién tomamos una aspirina. Si decimos baja presión, le echamos la culpa al calor. Es fácil. Mañana no vamos.
Después, llegó el delivery y dejaron enfriar la pizza. Hablaron poco y Muv se quedó a dormir en lo de Salva, por el aire acondicionado.
Sólo por eso me quedo, le dijo Muv, por el aire. Y Salva dijo que si dos veces con la cabeza, como diciendo claro, claro.
Durmieron en la misma cama. Siempre duermen en la misma cama cuando duermen juntos y sólo duermen porque para ser amigos es mejor así.
Y al otro día se levantaron, Salvador llamó al trabajo de Muv y dijo que estaba con baja presión, que casi no se podía mover y el que atendió solo atinó a responder: decile que se cuide y que cualquier cosa, llame.
Ahora van a pensar que estoy embarazada, dijo Muv, me voy a pasar un mes explicando que no es así.
Joderse, dijo Salva, eso te pasa por no querer ir a trabajar. Muv rumió algo en voz baja echándole la culpa, protestando porque es lo que mejor le sale y lo que más le gusta hacer.
Después, Salva también llamó a su trabajo.
Avisale a Leira que no voy. Tengo fiebre, le dijo a la que lo atendió, que me mande el médico si quiere.
Le respondieron que no hacía falta.
Es porque es martes y el martes es un día muerto, dijo Muv, los martes no deberíamos ir a trabajar.
Nunca deberíamos ir a trabajar, salvo que trabajar nos gustara mucho, respondió Salvador y volvió a la cama.
Durmieron hasta las tres de la tarde. Después, pusieron música pero no se levantaron.
Algún día, vamos a tener que hablar en serio, vos y yo, Muv, dijo Salvador.
Sí, algún día.
Hoy. Hablemos hoy, Muv.
No. Hoy no, dijo Muv y tanteó con la mano dónde cayó la almohada.
Hoy, dale. Esta noche.
No. Hoy disfrutemos del aire, dijo y empezó a darle almohadazos a Salva.
Escapate pero de mañana no pasa, le advirtió Salva que con rapidez se comenzó a defender.
Terminaron riéndose a los gritos.